Banderas, gatos y otras historias
Hola a todas y a todos y, hoy especialmente, en ese orden.
Os mando otro batiburrillo de resúmenes de prensa de este observador de este país sin sentido. Como buen periodista que no soy, intento ser lo menos objetivo posible contando las historias de una ciudad y de un país que no comprendo demasiado bien y que observo desde mi bola de hamster protegido por la seguridad de ser extranjero. Ay, Marruecos... Antes de seguir, he tardado un poco más que de costumbre -si es que la había- porque he estado un pelín chungo por una intoxicación alimentaria. Es parte del encanto de las cosas aquí... si no te intoxicas, no has estado en Marruecos.McDonalds: ya he ido 3 veces a comer un menú McArabia. Lo siento mucho por los que se sientan traicionados por esto. Ellos harían lo mismo. Fin del resumen.
Mis segundas mujeres y todas las demás: Venir a este país, sentarse en la silla de mi despacho y ponerte a hablar de lo que ves es cuanto menos cómodo y lo que si es seguro, es criticable. Pero es eso que hacen aquellos que tienen todas sus necesidades cubiertas: reflexionar sobre lo que son. Digo esto, porque si ahora llego y digo que este país es machista, pues me quedo más ancho que largo... Pero ¿ha servido de algo? Algunos solo lo utilizarán para conformar el estereotipo de lo que muy aleatoriamente llaman Moros (que viene, por cierto de Mauritania, no de Marruecos). Pero de verdad, si me tengo sentar y buscar una palabra para lo que viven las mujeres aquí, eso es sin duda MACHISMO. Decir que una mujer aquí es feliz es decir mucho. ¿Y cómo lo sé si no puedo preguntárselo? No puedo hablar con ellas, no por el idioma, sino por que si su marido me ve cerca puedo meterme en un lío. Lo sé por sus ojos. Por como miran a mi compañero de trabajo (a Elías) que es un occidentalito guapo y con buena planta (yo soy un morito y paso desapercibido). Lo miran con respeto y a la vez con un suspiro. Intuyen en el hombre occidental europeo un ejemplo a seguir de respeto hacia las mujeres... Piensan que su príncipe azul tendrá pasaporte comunitario y como caballo un paso a la libertad. Quizá hace algunos años (y aún quedan muchas) las mujeres han creído aquí (y no les faltaban estímulos para hacerlo) que su vida debajo de toda la parafernalia que visten y enseñando solo la cara (y algunas, solo los ojos) es algo digno por la ley de Dios y sus ministros en la tierra. Estas mismas mujeres ahora ven Sexo en Nueva York, Las Chicas Gilmore y todas las series que Manu y yo devorábamos en la FOX en Salamanca. Por otro lado tienen la "reminiscencia cultural francesa" en la tele (porque ven casi siempre la tele francesa). Se fragua una revolución de contrahechos. ¿Tapadas hasta el cuello o hablando de orgasmos en una cafetería? Odio las religiones. Menos mal que, como dice Jorge Drexler en una canción, "rumbo también del olvido no hay doctrina que no vaya..."
La piratería y sus ventajas: Marruecos es, sin duda, el paraíso para los piratas declarados, oficiales y practicantes. Se puede piratear todo (música, software, electrodomésticos, ropa, zapatos, ...). Todo el país está lleno de antenas parabólicas (hasta 15 o 16 por edificio). Es barato, cómodo y tienen hasta servicios oficiales que te instalan y piratean la señal del satélite. ¿Suena increíble? Pues hay más: Existe hasta una calle llena de "supermercados" de DVD piratas. Como lo digo: tienen estanterías mucho más curradas que algunos supermercados, están debidamente clasificados por temas, A-Z, novedades (y tienen TODO, incluido conciertos inéditos en DVD de Camarón) y además cámaras de vigilancia y varios empleados. Cada DVD pirata cuesta 10Dh (casi 1€) y si no te funciona, te lo cambian sin preguntar. La piratería ha terminado radicalmente con la censura de este país. Todo el mundo puede ver a Village People en su momento más petardo o a Jordi Mollá y Javier Bardem pegándose el lote en "Tango para tres", pasando por la eutanasia en "Mar adentro" o el sentimiento "americano" de "Bowling for Coloumbine". La censura de esta gente va en el corazón de sus mujeres, y, porque me toca de cerca, de la población gay y lesbiana. En España esto no debería asustarnos mucho y, ni mucho menos, ponernos a rasgarnos las vestiduras. No estamos tan lejos...
Gato, gato, gato, y banderas: Si tuviera que decir que es lo que más hay en Marruecos, no lo pensaría ni un minuto. En Marruecos (a parte de marroquís) lo que más hay son gatos y banderas del país. Digamos que todos los días, entre la oficina y casa veo un mínimo de ... 15 gatos (bueno, antes veía más, pero es que ahora no me doy cuenta porque me he acostumbrado). En el Marjane (Alcampo aquí) los gatos andan entre las miradas complacientes de la gente y se duermen, señoras y señores, encima de la estantería de las toallas, felizmente asentados, cómodos y tranquilos. Existen gatos en la sección de comida para gatos, cerca de la pescadería por si cae algo y, por supuesto, si se rompe algo en el supermercado: gatos. Y es que, y yo sin saberlo, resulta que los gatos son sagrados. Son un ejemplo de limpieza y pulcritud para el pueblo marroquí. Así, no es raro ver unos 30 gatos alrededor de los contenedores de basura rescatando unos trozos de pollo o uno que se metió en mi patio y se me enfrentó dispuesto a echarme de mi propia casa. No sabía si ponerme de rodillas y rezarle o si coger una silla y un látigo (porque es que encima están bien alimentados). Si hago lo segundo, seguramente me ganara el gato (porque tiene muchos más amigos). Banderas: No se me olvida en absoluto dónde estoy. ¿Puede haber 150.000 banderas, un millón, ...? No sé cuántas habrá, pero el rojo y verde del trapito está en todas todas todas las calles varias veces.
Fez, Meknes y Voulubilis: Turismo en Marruecos. He ido un fin de semana a estas tres maravillosas ciudades. Nunca había vivido en la Edad Media. Es, sin duda, como estar en una película. Laberintos de calles, telas, olores, colores, impresiones, sabores, gente, artesanía... No puedo decir mucho más. Hay que verlo, con vuestros propios ojos. Voulubilis es una de las grandes capitales del Imperio Romano (por supuesto, las ruinas de lo que fue). El fin de semana que me pasé por ahí me reí mucho, comí bien, pasé de una película a otra sin soltar la oreja de la realidad y me cogí la intoxicación alimentaria.
Monsieur Mohamed y sus caprichos: El gran monarca absoluto de este milenio decidió hace dos días, de un día para otro, que el miércoles y el jueves eran festivos en Marruecos (el viernes ya lo era). Me ha pillado, literalmente, con la nevera vacía y todo cerrado. Y es que, existe un calendario laboral en este país que se modifica si al rey le parece más conveniente. Marruecos cumple 50 años de independencia francesa y española. Esto me genera mal humor y bastante descontrol.
El viernes me voy al desierto a pasar el fin de semana y, seguramente, mucho frío, a dormir en el Riad de Alí "El Cojo" (tan famoso como la gran Mezquita de Casablanca). Habrá fotos (y de Fez y Meknes también).
Fin del rollo de hoy... Decidme algo! No me dejéis escribir tanto :P. Saludos rabatíes, .... ay, Marruecos.
Os mando otro batiburrillo de resúmenes de prensa de este observador de este país sin sentido. Como buen periodista que no soy, intento ser lo menos objetivo posible contando las historias de una ciudad y de un país que no comprendo demasiado bien y que observo desde mi bola de hamster protegido por la seguridad de ser extranjero. Ay, Marruecos... Antes de seguir, he tardado un poco más que de costumbre -si es que la había- porque he estado un pelín chungo por una intoxicación alimentaria. Es parte del encanto de las cosas aquí... si no te intoxicas, no has estado en Marruecos.McDonalds: ya he ido 3 veces a comer un menú McArabia. Lo siento mucho por los que se sientan traicionados por esto. Ellos harían lo mismo. Fin del resumen.
Mis segundas mujeres y todas las demás: Venir a este país, sentarse en la silla de mi despacho y ponerte a hablar de lo que ves es cuanto menos cómodo y lo que si es seguro, es criticable. Pero es eso que hacen aquellos que tienen todas sus necesidades cubiertas: reflexionar sobre lo que son. Digo esto, porque si ahora llego y digo que este país es machista, pues me quedo más ancho que largo... Pero ¿ha servido de algo? Algunos solo lo utilizarán para conformar el estereotipo de lo que muy aleatoriamente llaman Moros (que viene, por cierto de Mauritania, no de Marruecos). Pero de verdad, si me tengo sentar y buscar una palabra para lo que viven las mujeres aquí, eso es sin duda MACHISMO. Decir que una mujer aquí es feliz es decir mucho. ¿Y cómo lo sé si no puedo preguntárselo? No puedo hablar con ellas, no por el idioma, sino por que si su marido me ve cerca puedo meterme en un lío. Lo sé por sus ojos. Por como miran a mi compañero de trabajo (a Elías) que es un occidentalito guapo y con buena planta (yo soy un morito y paso desapercibido). Lo miran con respeto y a la vez con un suspiro. Intuyen en el hombre occidental europeo un ejemplo a seguir de respeto hacia las mujeres... Piensan que su príncipe azul tendrá pasaporte comunitario y como caballo un paso a la libertad. Quizá hace algunos años (y aún quedan muchas) las mujeres han creído aquí (y no les faltaban estímulos para hacerlo) que su vida debajo de toda la parafernalia que visten y enseñando solo la cara (y algunas, solo los ojos) es algo digno por la ley de Dios y sus ministros en la tierra. Estas mismas mujeres ahora ven Sexo en Nueva York, Las Chicas Gilmore y todas las series que Manu y yo devorábamos en la FOX en Salamanca. Por otro lado tienen la "reminiscencia cultural francesa" en la tele (porque ven casi siempre la tele francesa). Se fragua una revolución de contrahechos. ¿Tapadas hasta el cuello o hablando de orgasmos en una cafetería? Odio las religiones. Menos mal que, como dice Jorge Drexler en una canción, "rumbo también del olvido no hay doctrina que no vaya..."
La piratería y sus ventajas: Marruecos es, sin duda, el paraíso para los piratas declarados, oficiales y practicantes. Se puede piratear todo (música, software, electrodomésticos, ropa, zapatos, ...). Todo el país está lleno de antenas parabólicas (hasta 15 o 16 por edificio). Es barato, cómodo y tienen hasta servicios oficiales que te instalan y piratean la señal del satélite. ¿Suena increíble? Pues hay más: Existe hasta una calle llena de "supermercados" de DVD piratas. Como lo digo: tienen estanterías mucho más curradas que algunos supermercados, están debidamente clasificados por temas, A-Z, novedades (y tienen TODO, incluido conciertos inéditos en DVD de Camarón) y además cámaras de vigilancia y varios empleados. Cada DVD pirata cuesta 10Dh (casi 1€) y si no te funciona, te lo cambian sin preguntar. La piratería ha terminado radicalmente con la censura de este país. Todo el mundo puede ver a Village People en su momento más petardo o a Jordi Mollá y Javier Bardem pegándose el lote en "Tango para tres", pasando por la eutanasia en "Mar adentro" o el sentimiento "americano" de "Bowling for Coloumbine". La censura de esta gente va en el corazón de sus mujeres, y, porque me toca de cerca, de la población gay y lesbiana. En España esto no debería asustarnos mucho y, ni mucho menos, ponernos a rasgarnos las vestiduras. No estamos tan lejos...
Gato, gato, gato, y banderas: Si tuviera que decir que es lo que más hay en Marruecos, no lo pensaría ni un minuto. En Marruecos (a parte de marroquís) lo que más hay son gatos y banderas del país. Digamos que todos los días, entre la oficina y casa veo un mínimo de ... 15 gatos (bueno, antes veía más, pero es que ahora no me doy cuenta porque me he acostumbrado). En el Marjane (Alcampo aquí) los gatos andan entre las miradas complacientes de la gente y se duermen, señoras y señores, encima de la estantería de las toallas, felizmente asentados, cómodos y tranquilos. Existen gatos en la sección de comida para gatos, cerca de la pescadería por si cae algo y, por supuesto, si se rompe algo en el supermercado: gatos. Y es que, y yo sin saberlo, resulta que los gatos son sagrados. Son un ejemplo de limpieza y pulcritud para el pueblo marroquí. Así, no es raro ver unos 30 gatos alrededor de los contenedores de basura rescatando unos trozos de pollo o uno que se metió en mi patio y se me enfrentó dispuesto a echarme de mi propia casa. No sabía si ponerme de rodillas y rezarle o si coger una silla y un látigo (porque es que encima están bien alimentados). Si hago lo segundo, seguramente me ganara el gato (porque tiene muchos más amigos). Banderas: No se me olvida en absoluto dónde estoy. ¿Puede haber 150.000 banderas, un millón, ...? No sé cuántas habrá, pero el rojo y verde del trapito está en todas todas todas las calles varias veces.
Fez, Meknes y Voulubilis: Turismo en Marruecos. He ido un fin de semana a estas tres maravillosas ciudades. Nunca había vivido en la Edad Media. Es, sin duda, como estar en una película. Laberintos de calles, telas, olores, colores, impresiones, sabores, gente, artesanía... No puedo decir mucho más. Hay que verlo, con vuestros propios ojos. Voulubilis es una de las grandes capitales del Imperio Romano (por supuesto, las ruinas de lo que fue). El fin de semana que me pasé por ahí me reí mucho, comí bien, pasé de una película a otra sin soltar la oreja de la realidad y me cogí la intoxicación alimentaria.
Monsieur Mohamed y sus caprichos: El gran monarca absoluto de este milenio decidió hace dos días, de un día para otro, que el miércoles y el jueves eran festivos en Marruecos (el viernes ya lo era). Me ha pillado, literalmente, con la nevera vacía y todo cerrado. Y es que, existe un calendario laboral en este país que se modifica si al rey le parece más conveniente. Marruecos cumple 50 años de independencia francesa y española. Esto me genera mal humor y bastante descontrol.
El viernes me voy al desierto a pasar el fin de semana y, seguramente, mucho frío, a dormir en el Riad de Alí "El Cojo" (tan famoso como la gran Mezquita de Casablanca). Habrá fotos (y de Fez y Meknes también).
Fin del rollo de hoy... Decidme algo! No me dejéis escribir tanto :P. Saludos rabatíes, .... ay, Marruecos.